En lo personal, odio todo tipo de cables. Siempre le venden a uno los aparatos fotografiados en un entorno armonioso y en donde encajan a la perfección en cualquier lado, pero cuando los compras... ¿cómo diantres escondes los mugrosos cables? (aparte son gruesísimos o de colores muy notorios).
Esta es una idea de Monkey Business (Cavaliers de Printemps).
Aquí aplica aquello de "Si no puedes contra el enemigo... ¡únetele!", ¿no?
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