Los porductos para bebé siempre me han parecido tan nobles, porque no existen elementos con los que no se adapten (pienso yo -hasta las calaveritas rockeras se les ven "monas"-).
En esta ocasión, encontré este proyecto de estudiante (de Wendy Shapiro) que me parece genial.
Adaptó ingeniosamente su empaque a cualquier producto elaborado para bebés.
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